En esta ocasión queríamos visitar las Alpujarras, y como no,
hacer una ruta que cubriera las expectativas del día. Casi todas las guías de
Sierra Nevada, dejan con detalle todas las posibilidades de subida al Mulhacén,
Veleta… desde el Refugio del Porqueira, lugar estratégico para hacerlo desde la
vertiente sur de estas cumbres, pero en pocas habla de los accesos a este
refugio de alta montaña, así que os dejo una bonita posibilidad de acceso, no
muy larga y tampoco demasiado dura, bueno los dos últimos kilómetros sí, pero
es un último gran esfuerzo que merece la pena.
Desde Capileira, tomaremos dirección hacia el Área
recreativa Hoya del Portillo y a unos cuatro kilómetros del lugar, el inicio de
la ruta, que aunque no está señalizada, debemos de tomar como referencia, una
gran explanada a la derecha donde podremos dejar los vehículos.
Cruzamos la pista, y sólo debemos de seguir la acequia. A
pocos metros de hacerlo, las vistas son impresionantes. Sierra Nevada en su cara
sur aún no tiene nada de nieve, sólo un poco en la cara norte de las primeras
nevadas de este otoño.
Fue un trayecto divertido y entretenido, ya que una y otra
vez la fauna nos entretuvo de distintas maneras.
Primero al llegar al
Cortijo del Hornillo, (unos 3,5
Km . de marcha), aquí había un cachorro canino muy
valiente defendiendo su terreno, pero con mucha hambre…primer error, le dimos
de comer, con esa carita, quien se negaba a darle algo al pobre.
Comenzó a seguirnos, nosotros no queríamos por varias
razones: una no era nuestro, pertenecería al dueño del Hornillo, otra, le
quedaba una larga paliza para un perrillo tan pequeño, pero ni el gritarle para
que se fuera, ni el hacer ademán de lanzarle piedras, e incluso alguna sin
atino que le lanzamos para disuadirlo, hizo efecto, y nos siguió.
Siguiente encuentro animal, fue con una gran manada de
caballos y yo que tengo una debilidad con los animales, lo primero que hice fue
acariciar a una bonita yegua que se me acercó, pero el macho dominante del
grupo, no estaba por la labor, un precioso caballo gris me increpó a que me
fuera de una manera bastante convincente y eso hicimos, un poco más adelante,
se nos cruza una manada de cabras monteses.
Fotografía cedida por Jesús Carlos Cañada |
Seguimos la marcha en busca del cruce de caminos, el que
viene desde el Cortijo de Tomás y el nuestro. Aquí comienza la fuerte subida
hacia el refugio, cuyo sendero está señalizado con unas balizas de color rojo,
me imagino para no perderlo en épocas de grandes nevadas.
El pequeño perrillo nos seguía cansado, le llamamos
“Tomasín”, por el cortijo del cruce. Segundo error, le comenzamos a dar cariño
por el camino, pero es que con esa carilla, daba tanta lástima.
Fotografía cedida por Jesús Carlos Cañada |
Por fin 8,5
Km . desde el comienzo de la ruta, llegamos al Refugio
del Porqueira, con unas comodidades que a estas alturas son todo un lujo para
aquellos montañeros que la tomen como campo base en la alta montaña
alpujarreña.
Fotografía cedida por Jesús Carlos Cañada |
Tras tomar un bocado y descansar, comenzamos a bajar otra
vez por el lugar donde vinimos, habíamos pensado volver por la Hoya del Portillo, pero era
mucho carril y nos gustaba la idea de ver el paisaje que quedó a nuestra
espalda esta vez de frente.
Una cosa, ¿dónde está Tomasín?, parece ser que se quedó en
el refugio, le gustaría más la idea de quedarse allá arriba, que seguir a estos
locos de la montaña.
Otra vez los caballos, la acequia como guía en el camino, y
una estampa perfecta con un paisaje precioso ante nuestros sentidos.
Fotografía cedida por Jesús Carlos Cañada |
Una vez en los pueblos alpujarreños, terminamos degustando
de su gastronomía confitera para reponer fuerzas en el viaje de vuelta, ¡qué
rico!
Tomasín siempre te recordaremos,jajajaja....Una vez mas fue una gozada de ruta,un conjunto de circunstancias,hicieron de este,un día inolvidable.
ResponderEliminarHola Miguel, Tomasin sabia lo que hacia e hizo bien en quedarse en el refugio, donde le darían de comer.
ResponderEliminarEl caballo jefe de la manada, siempre lo hace saber al resto, aunque sea humano, jajajaja.
Un abrazo
Una buena aproximación, si señor. La primera vez que hice este camino, lo empezamos a oscuras, y llegamos bastante tarde al refugio. Caminar de noche por Sierra Nevada es un placer.
ResponderEliminarSalud.
Se ve hermoso ese lugar como me gustaría visitarlo pronto, salds
ResponderEliminarjuegos de zombies