sábado, 16 de julio de 2011

LOS POYOS DE LA MESA


Los Poyos de la Mesa (1.628m.) es una montaña a la que le tengo un cariño muy especial. La primera vez que subí a esta hermosa cumbre, tendría unos 17 años y ya ha llovido desde entonces, fueron unas vacaciones de Semana Santa, con mis amigos de siempre, con los que cambiamos las luces parpadeantes de las discotecas por las tenues oscilantes de las estrellas.
También es una montaña que la hemos visto miles, millones de personas, que sin saberlo admiraban en una de las secuencias más conocidas de la serie “El hombre y la Tierra”, de  Félix Rodríguez de la Fuente. Aquella gran águila, que desde las paredes verticales de los Poyos, despeñaba a una cría de cabra montesa, secuencias tan bellas como espeluznantes del verdadero ciclo vital. Lo recordáis, ¿verdad?
En esta ocasión hemos elegido la subida más sencilla no por ello menos bonita, ya que de lo que se trata es de disfrutar y con este recorrido lo puede hacer cualquiera con un mínimo de forma física.
Dejamos el coche en la Nava del Espino, junto a la antigua casa forestal. Una pista cerrada por una cadena, nos irá introduciendo poco a poco sin mucho desgaste en el corazón de esta gran “Mesa”, cuyo mantel, serán grandes prados jugosos para la fauna de esta zona.
Una vez que llegamos al Collado de Galán, se nos abre un sin fin de paisajes dibujados de una gran gama de colores que contrastan entre sí, ayudados por el esplendor primaveral y unas nubes que danzaban anárquicas sobre nosotros.
La pista tiene varias bifurcaciones, casi todas son secundarias menos  en lo alto, si seguimos la principal, llegaríamos entre otros lugares a “Praera Marchante”, cerca de la Cerrada del Pintor. Pero en esta ocasión nos desviaremos hacia la derecha antes de descender y subiremos hasta la misma arista de esta gran montaña, entre pequeños prados y dolinas.
Allí, en la cumbre, en el gran mirador natural, de esta parte de la Sierra de Cazorla, nos dejamos llevar por los recuerdos, de lugares que podemos divisar y que hemos compartido con tantos amigos a lo largo de estas “locas andaduras”. 
A la vuelta, quisimos adentrarnos en sus entrañas y allí descubrimos su gran tesoro vivo. Gamos jóvenes correteando por sus prados, ciervos, jabalís y grandes rapaces observando desde las alturas nuestras diminutas siluetas.
Un día de claro-oscuros que nos dejaron un agradable sabor de…”alma”.



5 comentarios:

  1. Esta preciosidad de ruta la hicimos el 5 de Junio. Con un ritmo frenético me pondré al día.

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  2. Enhorabuena, Miguel, por darnos a conocer esta bellísima montaña. De tenerla más cerca, iría, seguro. Las fotos son preciosas. Y el terreno una maravilla.

    Un abrazo,

    Luis.

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  3. Bonita ruta Miguel.
    En esa zona, me quede la primera vez que subí hasta ese hermoso lugar y guardo un rato recuerdo del rato que estuve sentado viendo el vacio a mis pies, la inmensidad de la sierra. Todo un espectáculo para los sentidos, que espero volver a repetir.

    Un abrazo.

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  4. Bonita ruta y mejor aún encontrarse durante el camino a estos bonitos cervatillos que nos dan buena señal de vida en la naturaleza...
    Un saludo
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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  5. Hola Miguel hay que ver como te miraba el "bixo" al hacerle la foto, jejejeje.
    Que ruta y que zona mas bonita, lástima que este tan lejos.

    Un abrazo

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