He subido varias veces al Pico Mágina, techo de la provincia
de Jaén, dejándonos siempre a un lado al Miramundos, otra cima que con sus 2077 m . no tiene nada que
envidiar a otras cumbres de su entorno, todo lo contrario.
Nosotros comenzamos la subida por la Cañada de las Cruces. El
trayecto es el mismo del Pico Mágina, hasta ascender un poco más arriba del
Collado del Puerto.
Nos sorprenden algunos detalles que hemos observado en esta ascensión: Uno lo rápido que ha desaparecido casi el total de la nieve de este invierno que
hasta hace unos días cubría estas cumbres, quedando sólo más cantidad, por su
umbría y vegetación, en la
Cuerda del Milagro y Loma de los Bolos, y el otro, el verdor pálido, casi pardo de las grandes alfombras de sabinas
rastreras que nacen en este lugar, que en otros años toma en estas fechas un
color verde intenso, no tan pobre y apagado como estos días.
A unos 400
metros del Collado del Puerto, dejaremos el sendero
hacia el Mágina, siendo ahora nuevo todo el tramo de ruta para nosotros.
En un esfuerzo llegaremos en zigzag hasta la cuerda del
Miramundos, y allá al final de ésta, en lo más alto, se encuentra el famoso
refugio Miramundos a 2.077 m .
Las vistas son impresionantes; el mismo nombre de la cumbre
describe el placer de nuestra visión sobre el abismo del mundo. Respecto al
Refugio, parece ser que estaba casi en ruinas, y así lo expresa un cartel
indicativo de precaución de la
Junta de Andalucía, pero tengo que dar las gracias y la
enhorabuena, al Club de Montaña y Senderismo Miramundos, por el buen
mantenimiento de este refugio y me consta que por la lucha por su total
rehabilitación a través del ayuntamiento de Huelma y la Dirección del Parque
Natural de Sierra Mágina.
Esta asociación, deja en el refugio un Anuario de
Visitantes, donde todo aquel que asciende a tan bello lugar, deja sus
impresiones y firma, cambiándolo por otro nuevo cada año; nosotros claro está
dejamos la nuestra.
Después de comer en buena compañía de dos montañeros con
amistades comunes (el mundo es un pañuelo), estuvimos tentados de subir al
Mágina por un pequeño sendero que aristea desde aquí, pero desestimamos el
ofrecimiento, ya que la pasada semana forzamos la máquina y
para la siguiente sabíamos que nos esperaba una fuerte y larga ruta, nos
separamos de nuestros nuevos amigos, descendiendo tranquilamente, disfrutando
del sendero y los paisaje de descenso hasta la Cañada de las Cruces, lugar
donde dejamos el coche.
Es verdad que Miramundos no desmerece. Buenas fotos para un bonito lugar.
ResponderEliminarHola, Miguel, este tipo de montañas, me encantan. Las fotos son estupendas y dan fe de la belleza de eros terrenos y de las magníficas vistas que se disfrutan. UN placer caminar virtualmente a tu lado.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis.
Me ha gustado tu descripción del lugar, pues lo conozco. Nosotros no sabíamos que estaba permitido subir en coche, y dejamos el nuestro abajo del todo, junto a una casa, en un olivar. Ascendimos por la pista hacia esas vaquerizas, y por la nieve, sin conocer el camino llegamos al Mágina, y de ahí al Miramundos. La bajada fue tortuosa, para los pies, por un sendero que suponíamos cortaría camino con respecto a la pista, y cortó, pero con mucha pendiente.
ResponderEliminarNos encantó aunque llegamos reventados.
Gracias por compartir.
Hola Miguel, ya lo creo que el mundo es un pañuelo, así que no la armes nunca, porque siempre te pillará alguien, jajajaja.
ResponderEliminarEstos refugios de montaña vienen muy bien en algunas ocasiones, sobre todo en invierno.
Un abrazo