El Carluco es una de esas montañas que gusta subir, y no por
ser más alta, ni hermosa, sino por el lugar estratégico; balcón a las grandes
cumbres de Sierra Mágina, techos de esta provincia, así como el impresionante
barranco del Mosquito por un lado y los inmensos mares de olivar por otro.
Serrezuela de Bedmar |
En esta ocasión partimos de la Fuente de la Fresneda , ascendiendo
sólo unos metros por el carril de las Viñas, ya que rápidamente tomaremos un
camino entre pinos cuyo desnivel nos hará sufrir un rato.
Con la lengua fuera, el Torcal de Albanchez, será nuestra afilada montaña vigía que nos acompañará en un olivar de altura de esta Sierra.
El Torcal irá empequeñeciendo, conforme el sendero asciende,
tomando una altura considerable en poco tiempo. El Aznaitín nos mira cara a
cara con desafío; ya lo visitaré en otra ocasión.
Llegamos al collado donde el desafiante ahora es el Carluco.
Tapizado de cornicabras nos deleita con las maravillosas vistas de alta
montaña.
Allá en la cima, tendremos que saltar las típicas vallas
ganaderas, para buscar un lugar cómodo para comer, y cierto que el lugar más
que cómodo era privilegiado, no lo cambio por ningún restaurante del mundo.
Comido el cuerpo y saciado el alma, tocaba otra dura
batalla; la bajada hacia las Viñas. Descenso duro por la pendiente y la falta
de sendas que alivien la bajada. Las rodillas duelen.
Por fin el camino de las Viñas, más arriba que cuando lo
dejamos en el inicio de la ruta, pero más cómodo de bajar.
Sólo nos queda un tramo de pista hasta la Fresneda , con un
dolorcillo de rodillas pero la satisfacción de repetir otra vez de aquellas
fantásticas vista que nos deja la cima del Carluco.
(Para los que sabéis mi historia con esta montaña, en esta
ocasión tampoco encontré mi tesoro
perdido)
Fantásticas fotografías, Enhorabuena.
ResponderEliminarEl recorrido muy desriptivo.
salu2:
Gracias por dar a conocer esta montaña. si puedes, entra en mi blog: Caminos y caños.
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