“Cuenca, concha de amor, abrazo breve
de la piedra a los ríos. Suena el viento
en el arpa del álamo y, sediento,
en el espejo de las piedras bebe.
Júcar y Huécar, paso a paso, hermanos,
ahondan sus hoces y se dan las manos
para cantar a coro sus canciones.
Cuenca, quieta en sus altos graderíos,
para decir adiós a los dos ríos
cuelga su corazón de los balcones”.
Luis López Anglada
Encaramadas a la cornisa de la roca sobre la hoz del Huécar, las
Casas Colgadas son símbolo indiscutible de Cuenca y verdaderas
joyas de la arquitectura gótica popular. Realizadas en mampostería
con sillares en las esquinas y asentadas en ménsulas, se asoman al río desde
sus balcones voladizos de madera sobre
el acantilado.
Del
conjunto de estas casas sólo tres son visitables: la casa de la Sirena, que
aloja un mesón donde degustar la tradición, y las Casas del Rey, que permiten
observar elementos originales de
construcción en su interior, como la viguería de madera y que albergan, para
deleite de todos, "el más bello pequeño museo del mundo”: el Museo de Arte AbstractoEspañol.
Fuente: En un lugar de tu vida
Un paso tras otro, este Senderista de la Cultura, quedó hechizado por cada una de sus piedras, otro día, hablaré más de Cuenca
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