Las prisas por terminar la ruta del Garbanzal, tras la intensa nevada y el cambio climatológico al final de ésta, implicó una visita obligada a un gran monumento natural de estas sierras; la Cueva del Agua.
Para acceder a este espectáculo natural, debemos atravesar un pequeño túnel artificial y lo primero que encontraremos será un espectáculo donde los sentidos se convierten en espectadores atentos a tal obra de arte.
La Cueva del Agua de Tíscar, es también desde tiempos inmemoriales, santuario natural de una de las imágenes marianas con más devotos de esta zona; la Virgen de Tíscar, encaramada en una de las oquedades de esta gran cueva.
Cascadas de agua, que desde pasarelas y accesos habilitados podremos divisar, un sin fin de escaleras que nos ayudará a descender hasta el río, balcones miradores con perspectivas fantásticas del lugar etc.
Una visita, que una y otra vez hago siempre que puedo, llena de recuerdos de infancia, de travesuras de adolescente, de añoranzas.
Que chulada! Gracias por compartir el reportaje :) Un saludo
ResponderEliminarHola Miguel!!!
ResponderEliminarVaya, Cazorla tiene que ser un lugar espectacular. Por desgracia no tengo el placer de conocerlo, pero seguro que estaría genial escaparse algún día por allí y poder hacer alguna que otra ruta.
De momento me conformo viendo las foticos que nos vas dejando tú por aquí.
Las cascadas están muy guapas con tanta agua.
Un saludo.
Que lugar más mágico, con su carga emocional y espectacular. Gracias, Miguel, por mostrar las bonitas enseñas de esa tierra.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis.
Las fotos maravillosas, del sitio ni hablar y además tu relato es muy ameno
ResponderEliminarNo suelo contestar a los comentarios y realmente algunas veces me quedo con las ganas y en realidad no sé por qué no lo hago, así que hoy aprovecho para agradecer a todos vuestros comentarios y sobre todo vuestras visitas.Intentaré cambiar.
ResponderEliminarUn abrazo a todos.
Hola Miguel, no me extraña que la visites una y otra vez, porque parece una delicia y si ademas te trae recuerdos, no hay excusa posible.
ResponderEliminarUna bonita excursión desde luego.
Un abrazo
!Que espectacularidad de ruta y que espectacularidad de fotos!... y aunque la ruta del garbanzal no le va a la zaga en cuanto a naturaleza agreste, -y no me refiero a la climatología con ese volveros por donde vinisteis por la nevada-, siento que éstos parajes, de naturaleza agreste igualmente tienen un algo más, especial, por lo menos lo transmiten las fotos... no me extraña que te traigan recuerdos de infancia y travesuras de adolescente... yo, siempre que he visto una cascada (no he visto tantas, y las que he visto no han sido muy grandes, te vayas a creer que te hablo de las cataratas del Niagara o algo así, que no !ya quisiera yo haberlas visto!, te hablo de cascadas en parajes patrios), pues, siempre que he visto cascadas, me ha sobrecogido la magestuosidad del agua, la fuerza con la que cae, ese ruido tan singular y único, y esos mágicos arcoiris de colores al descomponerse las partículas del agua con el sol... imposible no sentirse embelesada pero pequeña, creo que me entiendes ¿verdad?.
ResponderEliminarMe ha encantao la entrada, me ha encantao la ruta, y me han encantao las fotos
Millonazo de besotes gordotes