El tobillo aún dolía bastante, así que decidimos dar un paseo por la Sierra de Cazorla y escogimos una ruta sin dificultad, una de esas que por su sencillez, se va dejando para otra ocasión y qué mejor ocasión que ésta.
Desde el paraje de Linarejos, comenzamos despacito y calentando el pie, por la pista que poco a poco nos subirá hasta el puerto del Calvario, destino marcado para volvernos ya que esta pista tiene muchas posibilidades.
En todo el trayecto nos irá acompañando Peña Gallinera, a la que nos aproximaremos y alejaremos según el capricho del camino.
Recordé al pasar por allí, de la leyenda sobre la Encantá de Peña Gallinera, la cual dice que por el día de San Juan, la encantá de Peña Gallinera se transformaba en un pollo vagando constantemente por el interior de la Peña y dicen que si pegas el oído a sus rocas, se escucha el canto lastimoso del pollo en sus entrañas.
Pero nosotros sólo escuchábamos el canto de los arroyos de los Ubios y Roblehondo descendiendo por sus cauces sin más leyenda que sus sueños.
Una vez en el Puerto, el paisaje nos recompensó con sus prados verdes y sus silencios, y tras un bocado, deshicimos el camino pudiendo admirar el paisaje perdido en nuestras espaldas en el ascenso.
El tobillo quiso susurrar que había sentido dolor, pero el alma lo enmudeció con sentimiento y pudo con la razón.
Describes tus aventuras con gran maestría. Parece ver las escenas y percibir tu dolor en el toillo. Muy bueno!! Un abrazo
ResponderEliminarHace años que no voy por Cazorla... Qué tiempos
ResponderEliminarHas tenido un acierto exquisito con este blog, sobre todo por tu forma amena de contarnos tus "andanzas" montañeras.
Felicidades.
Un Abrazo.
Me encanta la última foto, que adivino como la viola cazorlensis ¿no?
ResponderEliminarCuando mis niñas me permitan volver al senderismo, tendré que empezar por rutas muy "light" tal que ellas tambien las puedan hacer y no se cansen demasiado (que hacer el camino de vuelta con ellas en brazos... va a ser muy pesado)
Saludos cordiales.
Que bonito Miguel. Hace justamente un año que hice por primera y última vez esa ruta... me encantó, aunque la lluvia y la niebla me aguaron un poco las vistas desde Puerto Calvario.
ResponderEliminarCuida de ese tobillo, campeón!!
Hola Miguel.
ResponderEliminarUna ruta con mucho encanto y cada época del año, nos ofrece algo diferente. Es una de mis favoritas, por el silencio y la tranquilidad que en ella se respira, el mero hecho de su sencillez, la aleja del ajetreo de otras muchas. Con un poco de suerte en el puerto es fácil avistar animales, especialmente en la majada de la señora.
Un saludo, amigo, cuídate.
Hola Miguel, mira que he ido por Linarejos, pero nunca se me ha ocurrido hacer la ruta, la verdad que cuando vamos siempre son con los peques a pasar el día.
ResponderEliminarNo había escuchado nunca esa historia, curiosa, pero me quedo con tu descripción que es mucho más agradable.
Tampoco sabía nada de tu tobillo, ánimo y paciencia.
Un beso
Qué buena descripción! acompañada por excelentes fotos, realmente invitas a que uno visite la región y se pierda por esos maravillosos senderos!
ResponderEliminarHola Miguel, espero que el tobillo vaya mejor.
ResponderEliminarPues que quieres que te diga, esta es una de esas rutas que se disfrutan de lo lindo precisamente por no ser dura y poder ir observando todo lo que te rodea.
Un abrazo
el lio de Abi
!Bien por el alma y el susurro Miguel, pero cuidate el tobillo... mira que, donde hay articulación, requiere paciencia y poco forzamiento!. La ruta, preciosa, como todas las entradas de tus rutas, las fotos, maravillosas con ese colorido espectacular sobre todo de las flores... una gozada!.
ResponderEliminarOjito avizor con el tobillo, paciencia... sí, ya sé que soy pesadita como una madre, pero ¿que quieres que te diga?, es que soy una madre.
Un besote, ya sabes, la mar de gordo
Hola, Miguel, ese paseo tiene como galardón contemplar la naturaleza con más tranquilidad, viendo sus bellezas, sus detalles más íntimos. Las fotos son preciosas, pinares, flores.... ¡para disfrutar!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luis.