Este sendero, está marcado por momentos lejanos de la
historia de España y en esta ocasión, la niebla le daba un alo emocionante; era
como si entre tinieblas algunos de los personajes susurraran desde el más allá
a los montes, a los árboles, a los caminantes…
El sendero parte de Miranda del Rey, adentrándose por las
“Suertes de Miranda”, lugar donde predominan las encinas y los pinos piñoneros.
Un poco más adelante, siempre acompañados por el arroyo del
Hornillo, también veremos algunos ejemplares de enebros y alcornoques.
La ascensión es suave y fácil, y a medio camino encontramos
un desvío hacia el Cortijo del Hornillo, como está muy cerca de nuestro camino,
lo tomamos y nos deleitamos con los restos del Cortijo. Con las inmediaciones
de este paraje, sin duda los lugareños sabían ubicar sus aposentos.
Una vez de nuevo en el camino, dirección al Puerto del Rey,
cogeremos otro desvío, que no es tal, ya que lo que haremos será seguir por el
antiguo, hoy preservado por tratarse de los restos de una calzada empedrada que
en algunos lugares la ubican en la historia como de la Época Romana, en otros
de la Edad Media
, hoy se ha convertido en un lugar anecdótico en pleno Parque Natural de
Despeñaperros en Sierra Morena, donde los caminantes pasamos pensando en todas
las historias de todo aquel que ha ido gastando cada piedra de este camino.
Normalmente cuando volvemos a encontrarnos con la pista
principal, las indicaciones del sendero, te invitan a descender por la moderna
pista, pero nosotros que conocemos algo de la zona, no quisimos hacerlo antes
de visitar la Pantaneta
del Rey, lugar donde la fauna de la zona es abundante y el lugar una maravilla.
Otra vez la niebla marcó la magia sobre el agua de la pantaneta,
haciendo jugar a la imaginación con cuentos e historias de hadas y aventuras.
Volvemos un poco por nuestros pasos y continuamos
la marcha del sendero, en esta ocasión entre encinas y madroños, de los que
pudimos hacer degustación, con moderación claro. Nuestro próximo destino, El
salto del Fraile. Cuando el arroyo del Rey lleva agua, podemos observar una
bonita cascada con un salto de agua considerable, pero este no era el caso de
estos días, en que el arroyo está retenido en la pantaneta y ésta aún, no se ha
llenado. He intentado buscar fotografías del salto, pero no tienen buena calidad, no
obstante os podéis hacer la idea.
Por último nos dirigiremos hacia la Mesa del Rey, aquí cambia la
vegetación otra vez, con pequeños pinos de repoblación y bajo ellos una gran
masa de jaras pringosa que en primavera el blanco tapiza el verdor de esta
zona.
El sendero por último irá descendiendo hasta nuestro lugar
de origen, dando vista a la pedanía de Miranda del Rey desde comenzamos la
marcha.
Me han entrado ganas de tirarme de cabeza a la pantalla por si así, al igual que Alicia, podía seguir ese camino aunque fuera detrás de ti.
ResponderEliminarHermosas fotos que acompañan a la descripción.
Un saludo
Preciosos paisajes nos trasladas a través de esas magníficas fotografías... y la descripción que haces nos va situando muy bien sobre el terreno... muy interesante Miguel.
ResponderEliminarFeliz Navidad y próspero año nuevo para ti y los tuyos, que el año que pronto comenzará os traiga lo mejor de lo mejor para ti y los tuyos.
Un abrazo.
Que hermosura de paisajes, Miguel. Un bosque realmente bello, como los madroños, como esas brumas que se colaban entre el bosque, entre las montañas, otorgándoles una rúbrica mágica y misteriosa.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Un abrazo,
Luis.
Hola Miguel, senderismo e historia mezcladas en un buen reportaje como tienes por costumbre.
ResponderEliminarFeliz 2.012.
Un abrazo