El Carluco(1.440 m), es un cerro perteneciente a la cuerda de los Cárceles. En este lugar crece la Cornicabra, un arbusto en la que suele tener una agalla curvada a modo de cuerno de cabra que presenta con frecuencia, de ahí su nombre común; así que nos encontramos ante el mayor cormetal de Europa (1000 ha.), siendo declarado “Arboleda singular” por la Junta de Andalucía.
Partimos desde Cuadros (Bedmar): Una preciosa área recreativa, donde podemos encontrar la Ermita de la patrona de la zona (La Virgen de Cuadros).
La primera parte del sendero, coincide con el sendero PR (pequeño recorrido), del Adelfal de Cuadros (posiblemente el adelfal más grande de la península ibérica), junto al río cuadros.
Una vez que dejamos a nuestra izquierda el río comenzamos la ascensión, por un sendero hasta la zona llamada de las Viñas (llamado así porque hasta hace algo más de un siglo, era la planta habitual de la zona). Aquí dejando el sendero, nos disponemos a ascender el último y más duro tramo hasta la cumbre del Carluco. En esta ocasión, sin sendero que nos guíe.
Ya en la cima, nos deleitamos con el paisaje que nos rodea, con vistas al Aznaitín(en su falda, Albanchez de Mágina), toda la cuerda del Cárceles (donde comienza con el Carluco), Pico Mágina, Peña de Jaén... todo esto perteneciente al Parque Natural de Sierra Mágina, pero también podemos divisar los llamados “Cerros de Úbeda”, y pueblos como Begijar, Baeza, Úbeda, Torreperogil, la Sierra de Cazorla, y mas cerca la Serranía de Bedmar, con este pueblo en la parte baja.
Decidimos bajar por la vertiente que da al Barranco del Perú, por una antigua vía pecuaria en muy mal estado. Una vez en el agreste barranco, tuvimos que sortear los saltos secos del río por las zonas más accesibles (cosa que en algunos casos fueron escasas y dificultosas).
Hubo dos cosas sorprendentes en esta bajada: una, encontrarnos con una antigua cabaña de pastores, típica de esta zona. Otra la gran cantidad de animales muertos (cabra montes, cabra común y ovejas), en lo más hondo del barranco.
Una vez terminado el interminable zigzagueo del Perú, nos volvemos a encontrar con el río Cuadros, y una vez cruzado este, subimos por una senda que nos acerca hasta la pista de tierra que nos conduce a Cuadros, punto de partida de este sendero.
Debo de aclarar, que pese a que la excursión es una gozada para la vista, quiero dejar un aviso, pues como se puede observar, en el grupo iban niños, esta ruta es de una dificultad alta, por su dureza en la subida (más de 850 metros de desnivel), parte de ella sin sendero, la fuerte pendiente hasta el barranco, y el atravesar este teniendo muchas veces que saltar o resbalarse a modo de tobogán por algunas zonas.
EL VÍDEO
Adelante Miguel con esta iniciativa del blog. Es curioso ver los distintos puntos de vista de una misma ruta. Jejejejje... de paso me veo en las fotos, que en las de mi blog yo nunca salgo!!!
ResponderEliminarBonitos paisajes, las vistas que se ven desde lo alto de la cima son preciosas y la ultima foto con eso rayos de luz saliendo de entre las nubes como si el cielo se estuviera abriendo para dejar pasar la luz da sensación de paz, de tranquilidad, me gusta mucho. "Pero el camino parece durillo".
ResponderEliminarUn beso.
Otro lugar, para la evasión. Felicidades Miguel, por este nuevo espacio.
ResponderEliminarUn saludo.
Se dice en la comarca que el Aznaitín es un volcán y que el adelfal al que haces referencia en Cuadros, está considerado el mayor de Europa. Vistas espectaculares, un reportaje estupendo!
ResponderEliminarUna madriñena de Bedmar
Hola Miguel, encantada de tu paso por mi casa, y yo más encantada aún de haber llegado hasta aquí.
ResponderEliminarMe han encantado las fotos, y el relato del recorrido, especialmente cuando mirábais el Aznaitin, lo mirábais desde el otro lado al que yo lo suelo mirar, soy nacida en Torres, en su otra ladera, y aunque no haya andado ni recorrido mucho de por allí es un paisaje que siempre me ha cautivado. Dejar vagar la vista por esas montañas con ese hermoso paisaje. No vivo allí, pero todos los años un imán me hace ir, más allá casi de mi razón.
No puedes imaginar cómo me ha gustado encontar tu blog, me he sentido un poquito parte del camino.
Un beso