domingo, 7 de julio de 2019

Iznájar




Nos adentramos en la Subbética cordobesa, en esta ocasión para visitar uno de los pueblos que más me han emocionado al pasear por sus calles e inmediaciones.




¿Qué dice Wikipedia de Iznájar?

Iznájar es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía. La villa está coronada por el Castillo de Hisn-Ashar y la Parroquia de Santiago Apóstol. A finales del s. XIX, más de dos tercios de su población estaba diseminada por cortijos, casas de campo y aldeas. En el año 2016 contaba con 4461 habitantes. Su extensión superficial es de 136,36 km² y tiene una densidad de 32,71 hab/km². Se encuentra situado en la comarca de la Subbética Cordobesa, a orillas del río Genil y del embalse de Iznájar. Todavía en la actualidad, pese a la emigración masiva de los años 60 y gracias a la llegada de extranjeros nórdicos, más de la mitad de los habitantes disfrutan del mundo rural, de la tranquila vida en contacto con el campo y la naturaleza… (seguir en Wikipeida





Este loco de los senderos tanto naturales como urbanos, llegó a Iznájar finalizando la primavera. Ese día se celebraba la Primera Comunión de muchos niños del pueblo. Día festivo para muchas de las familias católicas del municipio que llenaba de chiquillería la zona alta de la localidad. 







Dejamos el coche en la parte baja, a la falda del monte capitaneado por su Castillo, y comenzamos a subir buscando como todo senderista, la cima o lo más hermoso del lugar.
Zigzagueamos entre escaleras y cuestas interminables, pero a cada paso, nos sorprendía el ornamento personal del pueblo, que, en esta época del año, dibujaba colorido a nuestro paso: Las macetas, cuyos tiestos, muchos dibujados en azul, con sus geranios dando puntos de color a esas calles encaladas con la blancura perfecta de una Andalucía luminaria. 






Calles, plazas, fuentes, Iglesia y Castillo, y en la cima, un gran balcón al mundo a cuyos pies, el río Genil remansa en un gran pantano dando al lugar un carisma paisajístico y natural que embellece aún más la localidad, pareciendo una Isla en su pequeño mar. 





Volverá seguro el Senderista Loco en otra época del año, donde el sol pierda su fuerza, y poder recorrer los senderos que circunda ese lago artificial, ese pequeño mar interno de Andalucía. Eso sí, lo haré con tiempo, y volver a pasear por las calles de Iznájar y asomarme a ese balcón privilegiado. 





Inspirado allá en el Castillo de Iznájar, escribió este poema Rafael Alberti.

"Prisionero en esta torre, prisionero quedaría.
 (Cuatro ventanas al viento).
 -¿Quién grita hacia el norte, amiga?
 -El río, que va revuelto.
 (Ya tres ventanas al viento).
-¿Quién gime en el sur, amiga?
 -El aire, que va sin sueño.
(Ya dos ventanas al viento).
 -¿Quién suspira al este, amiga?
 -Tú mismo, que vienes muerto.
 (Y ya una ventana al viento).
 -¿Quién llora al oeste, amiga?
 -Yo, que voy muerta a tu entierro.
 ¡Por nada yo en esta torre
 prisionero quedaría!".
Rafael Alberti





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