

















El senderista loco (poema) "Senderista en tu demencia, ¿Qué buscas tras el sendero? Tras el sendero la cima, y el susurro del pájaro. Tras el sendero el valle, con el llanto del río. Tras el sendero el camino, con olor a sendero. Tras el sendero la flor, iluminando un destino. Tras la cima, la flor, el valle, tras el dulce despertar de un sueño, solo busco una cosa. Otro sendero." Miguel A. Cañada
El Barranco de Valdeozores, está situado en el Parque Natural de Despeñaperros.
Este lugar de singular belleza, no sólo esta dotado de una variedad de elementos paisajísticos naturales, también está impregnado de historia, de voces del pasado que anduvieron por estos parajes, viviendo, sintiendo y luchando.
El comienzo de este sendero, está justo en un margen de la Autovía de Andalucía, lugar por donde pasan a diario cientos y miles de personas con sus vehículos, ignorando el potenciar de belleza que dejan a sus espaldas.
El sendero transita su primera parte, aprovechando unas conducciones antiguas de agua, paralelas al arroyo, hasta llegar a un castañar con unos ejemplares centenarios impresionantes. Aquí se pierde el sendero como tal, así que el sentido de la orientación nos ayuda a recorrer entre sendas de animales el lugar, hasta dar con la pista forestal, en lo alto del barranco.
Una vez en la pista, nos dirigimos hacia el Collado de la Aviación, lugar donde, los vigías, avistaban el acercamiento de los aviones en la Guerra Civil española. En este lugar hay un refugio de fogueros ya que es un lugar estratégico para la vigilancia forestal.
Desde aquí, nace un sendero, que nos acercará a un mirador, desde donde podremos observar, el impresionante desfiladero de Despeñaperros, con su paraje natural de los Órganos. Desde este mirador, no solo podremos observar naturaleza, pues a las ya feas infraestructuras de comunicación, carretera y ferrocarril, les añadimos la nueva Autovía en construcción, destrozando de una forma demoledora la armonía del paisaje.
Desde este lugar, nos dejamos caer un poco, para visitar un abrigo, donde nuestros primeros antepasados, dejaron huellas dibujando lo que hoy llamamos Pinturas Rupestres.
Volvimos hasta la pista y nos dirigimos hacia las ruinas del Castillo de Castro Ferral, fortaleza importantísima en las inmediaciones de la batalla que cambiaría la historia de la humanidad, La Batalla de las Navas de Tolosa.
También he de resaltar, que por estos lugares, anduvo el conocido Bandolero José María el Tempranillo, haciendo honor de sus fechorías por estos caminos.
Cuando nos sumergimos en el hermoso abismo de los libros, nuestra imaginación fluye entrelazando imágenes y palabras, dando vida a pers...