

















El senderista loco (poema) "Senderista en tu demencia, ¿Qué buscas tras el sendero? Tras el sendero la cima, y el susurro del pájaro. Tras el sendero el valle, con el llanto del río. Tras el sendero el camino, con olor a sendero. Tras el sendero la flor, iluminando un destino. Tras la cima, la flor, el valle, tras el dulce despertar de un sueño, solo busco una cosa. Otro sendero." Miguel A. Cañada
En agosto del año 2005, en plena ola de calor, una tormenta eléctrica provocó el mayor desastre natural de la historia en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, arrasando 5000 ha en la zona de la Sierra de las Villas y ladera oeste del Pantano del Tranco.
Nosotros, cinco años más tarde, decidimos hacer una ruta por una zona devastada por las llamas, donde poco a poco, la vida, resurge de sus cenizas.
En la carretera transversal de las Villas, encontramos una pista cerrada al tráfico rodado con un cartel: Pista de la Albarda.
La Pista de la Albarda, comienza ascendiendo bajo la ladera de la lancha del Tosero, hasta llegar al arroyo Martín, que tras cruzarlo por una puente, pasa a la ladera de la Piedra del Enjambre, por donde iremos ascendiendo hasta llegar al punto más alto y rodearla.
La ascensión sencilla nos va descubriendo un paisaje silencioso, la ausencia de los árboles acusa al silencio de sus vecinos los pájaros emigrados a otras zonas cercanas dónde haya ramas donde posarse.
Nuestra imaginación completa el paisaje que hace unos años debió ser maravilloso, ya que aún y en el estado en que está la zona, no podemos decir que no merezca la pena la visita.
En la parte más alta junto al Caballo de la Albarda, nos encontramos con una joven manada de cabras montesas que curiosas nos miraban con descaro.
Pasado el antiguo cortijo de la Albarda, nos encontramos parte de nuestro destino, el pico de la Albarda con su ojo vigilante de la sierra (El Ojo de Carrales).
Pasaremos de largo el pico para buscar varias formaciones espectaculares de la zona, el gran agujero cerca del arroyo del Agua de los Perros, una espectacular ventana hacia el nuevo valle que en sus comienzos tras el tranco perfila el Guadalquivir.
Volviendo por la cresta, nos encontramos la gran bóveda de la Iglesia del Agua de los Perros, por donde tras colar el arroyo por una agujero, se difumina el agua en la altura cayendo a las rocas dándole a este lugar una gran majestuosidad.
Mas tarde subimos al Pico de la Albarda, con la foto de rigor y el espectáculo de las maravillosas vistas de estas Sierras, donde claramente el verdor contrasta con las secuelas de aquel incendio tan cruel.
La vuelta la hicimos por el mismo lugar, salvo en la zona del Cortijo del Melonar, junto a la parte alta del Arroyo Martín, dónde nos dejamos caer hacia el puente, aventajando las curvas de la pista y disfrutando de las grandes cantidades de pequeñas caídas del arroyo.
Aprovechamos la subida de las temperaturas, para poder acceder con relativa facilidad, hasta lo más alto de la Cuerda del Milagro, con sus nada despreciables 1.932 metros. He dicho relativa, pues la gran cantidad de nieve acumuladas en semanas anteriores, nos dificultó la marcha, haciendo de un paseo, una rutilla un poco dura.
Dejamos los coches en la Cañada de las Cruces, un lugar precioso, donde hay un refugio para el ganado de la zona, junto a una antigua casa forestal. Desde aquí podemos ascender a la Serrezuela, al refugio Miramundos y al pico Mágina cumbre más alta de la provincia de Jaén.
Pero nuestro destino en esta jornada era la vertiente vecina de toda la cuerda del Mágina, la del Milagro.
La parte del Mágina casi desnuda de vegetación arbórea, contrasta con la del Milagro con un gran manto verde de Pinos de repoblación en su parte baja y un gran número de Pinos Salgareños autóctonos en la parte superior. Ambas partes acompañadas de las habituales joyas botánica endémicas del lugar y grandes alfombrados de Sabinas y Enebros rastreros.
Desde la Cañada de las Cruces, ascenderemos fácilmente por la pista forestal que termina convirtiéndose en un pequeño sendero, pero nosotros tomaremos uno, un poco antes del final a la derecha hacia el barranco de las Cobatillas, que tras cruzarlo, asciende zigzagueante hacia lo más alto de la Cuerda del Milagro.
La gran cantidad de nieve, nos sorprende por gran espesor acumulado. Desde lo más alto, pudimos oxigenar la mirada, con el bello paisaje que nos brinda el lugar. El pico Almadén, Mágina y Miramundos más cercanos, allá a lo lejos el gran macizo de la Sierra de Cazorla, los grandes y majestuosos pico de Sierra Nevada, tan identificables como el Veleta, la Alcazaba y el techo peninsular, el Mulhacén. Delante reteniendo el paisaje Sierra Arana y su continuación Sierra de Huetor y hacia el oeste la Sierra Sur de Jaén, con sus caprichosos dibujos en el horizonte.
Desde la cima nos dejamos caer (casi literalmente) hacia la loma de los Bolos, pero no quisimos adentrarnos más ya que esta zona es un lugar dónde abundan las simas, siendo una de ellas, la Sima de Hoyo Hundido, con sus 170 metros de desnivel una de la más profundas de la provincia. La nieve podría tapar alguna de estas profundas cavidades de la tierra, y la prudencia nos invitó a volver por nuestros pasos hasta el lugar de origen.
Cuando nos sumergimos en el hermoso abismo de los libros, nuestra imaginación fluye entrelazando imágenes y palabras, dando vida a pers...