lunes, 29 de octubre de 2012

REFUGIO DEL PORQUEIRA POR LA ACEQUIA ALTA

 En esta ocasión queríamos visitar las Alpujarras, y como no, hacer una ruta que cubriera las expectativas del día. Casi todas las guías de Sierra Nevada, dejan con detalle todas las posibilidades de subida al Mulhacén, Veleta… desde el Refugio del Porqueira, lugar estratégico para hacerlo desde la vertiente sur de estas cumbres, pero en pocas habla de los accesos a este refugio de alta montaña, así que os dejo una bonita posibilidad de acceso, no muy larga y tampoco demasiado dura, bueno los dos últimos kilómetros sí, pero es un último gran esfuerzo que merece la pena.

 Desde Capileira, tomaremos dirección hacia el Área recreativa Hoya del Portillo y a unos cuatro kilómetros del lugar, el inicio de la ruta, que aunque no está señalizada, debemos de tomar como referencia, una gran explanada a la derecha donde podremos dejar los vehículos.
Cruzamos la pista, y sólo debemos de seguir la acequia. A pocos metros de hacerlo, las vistas son impresionantes. Sierra Nevada en su cara sur aún no tiene nada de nieve, sólo un poco en la cara norte de las primeras nevadas de este otoño.
Fue un trayecto divertido y entretenido, ya que una y otra vez la fauna nos entretuvo de distintas maneras. 
 Primero al llegar  al Cortijo del Hornillo, (unos 3,5 Km. de marcha), aquí había un cachorro canino muy valiente defendiendo su terreno, pero con mucha hambre…primer error, le dimos de comer, con esa carita, quien se negaba a darle algo al pobre.
 Comenzó a seguirnos, nosotros no queríamos por varias razones: una no era nuestro, pertenecería al dueño del Hornillo, otra, le quedaba una larga paliza para un perrillo tan pequeño, pero ni el gritarle para que se fuera, ni el hacer ademán de lanzarle piedras, e incluso alguna sin atino que le lanzamos para disuadirlo, hizo efecto, y nos siguió.

 Siguiente encuentro animal, fue con una gran manada de caballos y yo que tengo una debilidad con los animales, lo primero que hice fue acariciar a una bonita yegua que se me acercó, pero el macho dominante del grupo, no estaba por la labor, un precioso caballo gris me increpó a que me fuera de una manera bastante convincente y eso hicimos, un poco más adelante, se nos cruza una manada de cabras monteses.


Fotografía cedida por Jesús Carlos Cañada


 Seguimos la marcha en busca del cruce de caminos, el que viene desde el Cortijo de Tomás y el nuestro. Aquí comienza la fuerte subida hacia el refugio, cuyo sendero está señalizado con unas balizas de color rojo, me imagino para no perderlo en épocas de grandes nevadas.
 El pequeño perrillo nos seguía cansado, le llamamos “Tomasín”, por el cortijo del cruce. Segundo error, le comenzamos a dar cariño por el camino, pero es que con esa carilla, daba tanta lástima.
Fotografía cedida por Jesús Carlos Cañada

                   Una subida de un poco más de un kilómetro y 250 metros de desnivel para llegar al refugio, y más animales, vacas, cabras domésticas, ovejas que con nosotros y Tomasín, parecíamos un casting para el Arca de Noel, casi todos en fila.                                       


 

 Por fin 8,5 Km. desde el comienzo de la ruta, llegamos al Refugio del Porqueira, con unas comodidades que a estas alturas son todo un lujo para aquellos montañeros que la tomen como campo base en la alta montaña alpujarreña.



Fotografía cedida por Jesús Carlos Cañada
 Tras tomar un bocado y descansar, comenzamos a bajar otra vez por el lugar donde vinimos, habíamos pensado volver por la Hoya del Portillo, pero era mucho carril y nos gustaba la idea de ver el paisaje que quedó a nuestra espalda esta vez de frente.
 Una cosa, ¿dónde está Tomasín?, parece ser que se quedó en el refugio, le gustaría más la idea de quedarse allá arriba, que seguir a estos locos de la montaña.
Otra vez los caballos, la acequia como guía en el camino, y una estampa perfecta con un paisaje precioso ante nuestros sentidos. 

Fotografía cedida por Jesús Carlos Cañada


 Una vez en los pueblos alpujarreños, terminamos degustando de su gastronomía confitera para reponer fuerzas en el viaje de vuelta, ¡qué rico!

4 comentarios:

  1. Tomasín siempre te recordaremos,jajajaja....Una vez mas fue una gozada de ruta,un conjunto de circunstancias,hicieron de este,un día inolvidable.

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  2. Hola Miguel, Tomasin sabia lo que hacia e hizo bien en quedarse en el refugio, donde le darían de comer.
    El caballo jefe de la manada, siempre lo hace saber al resto, aunque sea humano, jajajaja.

    Un abrazo

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  3. Una buena aproximación, si señor. La primera vez que hice este camino, lo empezamos a oscuras, y llegamos bastante tarde al refugio. Caminar de noche por Sierra Nevada es un placer.

    Salud.

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  4. Se ve hermoso ese lugar como me gustaría visitarlo pronto, salds
    juegos de zombies

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