“Cada paso en la montaña, cada esfuerzo en la subida, cada
gota de sudor que se desprende de nuestro cuerpo, cada sensación, cada suspiro
ante el paisaje; todo tiene una explicación amigo, queremos caminar hacia las
nubes, ese es sin duda nuestro mejor destino…” Por la Montaña (Miguel Ángel
Cañada)
Hay senderos que conozco desde mi época de adolescente;
aquellos tiempos en los que salíamos de casa con una gran mochila, saco de
dormir, tienda canadiense (cómo pesaba la “joía”) y sobre todo ganas de conocer y descubrir
sierra y vida. Alguno de estos senderos, los enlazaremos en esta ruta unos con
otros.
Bajo el precioso castillo de la Iruela , comenzamos el
sendero. Iremos ascendiendo entre pinar, dando la espalda al vacío del olivar,
desde donde tendremos que conquistar la gran fortaleza que será la Sierra , pero para esto hay
que perturbar la gran muralla.
Y ahí estamos nosotros zigzagueando entre senderos para
franquear la Sierra. En
un cruce de caminos, decidimos seguir por el de la derecha, el que asciende por
la Mocha , y
dejaremos el de la izquierda, el que lo haría hacia el Puerto de los Arenales,
pero éste será el de regreso.
Una vez en lo alto de la Mocha , queda abajo la Iruela y su castillo. El
verde nos inunda los sentidos, con todas sus gamas claro oscuras, auque las
nubes de este día hacen que predominen más las oscuras.
Prado Redondo y su antigua Casa Forestal será nuestro próximo
cruce de caminos. Pero nosotros lo teníamos
claro, la conquista se hace hacia arriba y nos unimos al sendero que viene del
Santuario de la Virgen
de la Cabeza.
La subida es fuerte pero cómoda, son senderos que aunque
callados están llenos de historias, que sabiendo escuchar nos las cuentan.
Ya estamos arriba, en el Puerto del Tejo, la fortaleza está
franqueada y ante nosotros toda una perspectiva de un Parque Natural, paraíso escondido
entre grandes montañas aún con restos de las últimas nevadas primaverales. El
sendero vuelve a convertirse en cruce de caminos, a la derecha, el Gilillo,
nosotros en esta ocasión a la izquierda, buscando el Parador del Adelantado.
Un poco antes de llegar al Parador, nos desviaremos buscando
la fórmula más apropiada para enlazar sin tener que bajar por la carretera al
sendero de Peñón Borondo. La verdad es que primero me subí a unos riscos, por
debajo del Banderín y pude ver perfectamente como llega el sendero al Puerto
los Arenales y como dibuja su figura entre los pinos descendiendo hacia el
Collado del Oso.
Nos dejamos caer al encuentro del sendero entre pinos cobijando
a bonitos narcisos escondidos bajo sus sombras. Ya en el nuevo camino, a pocos
pasos de encontrarlo, el Peñón Borondo, nos señala la dirección de subida al
Puerto de los Arenales.
Al cruzar el puerto, comenzamos el descenso, con los mares
de olivos al fondo. Sabemos que el círculo comienza a cerrarse, estamos
devuelta, pero todavía hay sorpresas en el camino.
Un lugar muy bonito es Fuente Rechita, donde el agua sale de
las entrañas de la tierra y un poco más abajo cae en forma de cascada. Tengo
foto de ésta en otros tiempos pero no la he podido digitalizar por problemas técnicos
y este día no bajé a intentarlo, está difícil y ya no tengo la agilidad de
aquellos tiempos.
Tras la fuente del
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