miércoles, 16 de noviembre de 2011

BAJO LA MIRADA DEL VENTISQUEROS

 Llega un día de fiesta como otro cualquiera y por inercia nos desenmascaramos, dejando el disfraz de lo cotidiano, doblado en el rincón de la monotonía semanal dispuesto e impecable para el lunes. Sin la máscara somos lo que queremos ser: montaña, arroyo, bosque, nube, flor…y para ello sólo necesitamos un paseo por la naturaleza.

 Día de comida familiar, nos levantamos y vemos que hay tiempo para recorrer algún sendero cercano, algo no previsto. La zona del Quiebrajano en la Sierra Sur es perfecta.
Llegamos al Puerto de las Coberteras y decidimos tomar el camino que se adentra hacia la falda del Ventisqueros, dándole la espalda al gran gigante de esta Sierra, La Pandera.
Las vistas como siempre espectaculares, ahora decoradas con los puntos coloridos del otoño.

 El camino nos lleva a un colmenar, sin más salida que alguna vereda de cabras buscando el mejor paso (para ellas claro) entre la maleza y la roca.
Volvemos por nuestros pasos y decidimos avanzar dirección a Valdepeñas de Jaén, siempre bajo la mirada atenta de esta gran mole, El Ventisqueros, pero es época de caza y unos disparos muy cercanos nos invitan a eludir esta dirección, queríamos disfrutar de la naturaleza no a exponernos en ella y sufrir por ella.


 El tiempo se nos agota y nos queda otra oportunidad, seguir el cada vez más desgastado camino hacia Pitillos y adentrarnos por aquella senda bajo este cerro, dando vistas aéreas de la cola del Pantano del Quiebrajano, claro está siempre bajo la mirada del Ventisqueros.




 Fue un día sin ruta pero también sin el disfraz de lo cotidiano. Fuimos montaña, arroyo, bosque, nube y flor, fuimos lo que queríamos ser sin el disfraz de lo cotidiano.
Llegamos un poco tarde a la comida familiar, pero al compartir las imágenes robadas por mi cámara, se olvidó el retraso y disfrutamos de un día completo y feliz.




"A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro."
Gilbert Keith Chesterton

4 comentarios:

  1. Me gusta lo del disfraz de lo cotidiano
    Ojalá nos disfrazaramos de lo que somo por dentro o no lo entiendo o estar.ia mejor decir que cada uno disfraza lo que es por dentro

    ResponderEliminar
  2. Hola Miguel, hay que ver lo bien que te explicas y que bien hicisteis en cambiar el recorrido al oír los tiros, que las armas las carga el diablo.
    Esta es una de las mejores maneras de pasar la mañana de un día de fiesta y volver (aunque sea tarde jejejeje) a comer con al familia.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Que pena que te estropeasen la primera opción Miguel...pero la segunda no desmerece a la primera. Un bonito día para pasear por el campo. Y que bonita es "mi sierra" jejeje.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Hola Miguel.
    Me quedo por éste tu espacio infinito....

    Siempre hay caminos, mil, diria yo, y todos contuden a tú destino...

    Yo me pido disfrazarme de LIBERTAD!!!!

    Un beso.

    ResponderEliminar

Mis mejores momentos

EL TORRECILLAS

  Cuando nos sumergimos en el hermoso abismo de los libros, nuestra imaginación fluye entrelazando imágenes y palabras, dando vida a pers...